El Arte de Saber Escuchar para Comunicar

El Arte de Saber Escuchar para Comunicar

El diccionario de la Real Academia de la Lengua define la escucha como una acción y no una mera actitud pasiva.

Escuchar, según esta acepción, exige la comparecencia de al menos dos personas, una de las cuales realiza la acción de hablar y transmitir, mientras la otra se entrega a la tarea de oír con toda la atención.

Oímos con nuestros oídos pero escuchamos con nuestra mente, corazón, ojos, piel y entrañas.

Escuchar es estar pendiente de quien habla, el fundamento de la escucha es el respeto profundo al otro. La escucha activa implica acoger lo que se dice y a quien lo dice.

Cuando solo oímos podemos correr el riesgo de ofrecer mensajes contaminados que nos apartan de la escucha autentica, de tal modo que si la escucha ha sido positiva también lo sera la comunicación posterior a ella.

La escucha produce empatia y te permite identificarte y caminar con el otro, no debemos insistir en guiar la conversación o de lo contrario carecerá de validez la información recibida para su posterior comunicación, debemos olvidarnos de ser iluminados o sabios y realizar preguntas con técnica queriendo saber más desde el interés.

Durante la escucha en necesario concentrarse en el deseo de comprender que siente, como piensa, que sabe, que necesita y que puede aportar, mostrándose abierto a sus puntos de vista sin juzgarlos anticipadamente.

Al final de la escucha es importante resumir la conversación para asegurar la claridad de la comunicación y de comprensión de su historia o necesidad.